miércoles, 7 de febrero de 2018

50 años y 1 día

Ha terminado este día especial y vienen a mi memoria estas palabras de Jesús: TODO EL QUE POR MÍ DEJA CASA, HERMANOS O HERMANAS, PADRE O MADRE, HIJOS O TIERRAS, RECIBIRÁ CIEN VECES MÁS Y HEREDARÁ LA VIDA ETERNA.

Gracias a Dios, en estos 50 años he renunciado a formar una familia, pero soy familia cercana de muchas familias; me siento inmensamente querido y quiero a rabiar a muchas personas.

Gracias a Dios, en estos 50 años he renunciado a decidir el lugar donde vivir y trabajar. Y en cada destino, Dios me ha despertado capacidades dormidas y ha hecho el milagro de convertir desconocidos en prójimos y prójimos en buenos amigos.

Gracias a Dios, en estos 50 años he renunciado a un buen sueldo y soy tan rico que hasta puedo compartir.

A veces no ha sido fácil y en ocasiones he sido muy torpe; pero DIOS NO SE DEJADO GANAR EN GENEROSIDAD. Las palabras de Jesús se han cumplido en mí. He recibido cien mil veces más. Por eso, miro con esperanza el futuro, espero gozar un día de la vida eterna y siento una inmensa gratitud a la vida, a ti y a Dios.